«Ikigai», base de la filosofía de vida japonesa

El secreto de la felicidad se llama Ikigai. Así es como se denomina en Japón a una filosofía de vida que no solo les ayuda a ser más felices en su día a día, sino que además les permite vivir hasta los 100 años o más.

 ¿Te parece increíble o imposible? Pues no lo creas. Según te vayamos explicando a lo largo del artículo en qué consiste esta filosofía, irás descubriendo que en el fondo tiene sentido, es posible e incluso lo más seguro es que tomes algunas de las ideas fundamentales en las que se basa.

Queremos aprovechar este momento para decirte que el Ikigai no es el único sistema que garantiza la felicidad, existiendo otros tantos entre los que nos gustaría darte a conocer el que se practica en Dinamarca. ¿No conoces entonces el Hygge? Pues te dejamos todo lo que necesitas saber sobre esta filosofía nórdica:

“Hygge”, el exitoso sistema danés para ser feliz

Qué es el Ikigai

La palabra Ikigai está formada por dos palabras. La primera sería Iki y vendría a hacer referencia a la vida y la segunda sería gai y se podría traducir como lo que vale la pena o valora, razón de vivir o razón de ser.

Es decir, si juntamos estas dos palabras estaríamos hablando de que Ikigai hace referencia al sentido de la vida, a seguir nuestra pasión, el motivo que hace que te levantes por las mañanas y te propongas ser feliz durante todo el día y el resto de la vida.

Si lo piensas, en realidad este es un concepto que ha sido muy trabajado tanto desde la filosofía como la religión, la psicología y últimamente desde el Coaching, aunque ha sido en Japón donde se ha conocido en vivo sin teorías.

Por cierto, si estás interesado en la psicología o el coaching, no dudes en entrar en los siguientes enlaces:

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¿Qué es el Coaching y cómo funciona?

En definitiva, el objetivo que pretende esta filosofía es que cualquier persona pueda encontrar su Ikigai si todavía no lo ha hecho y saber mantenerlo en el caso de que ya lo conozca. Porque para los japoneses todas las personas tienen un propósito o razón de vivir.

Eso sí, la meta del Ikigai no es la felicidad en sí, sino identificar aquello en lo que somos buenos, que nos da placer al hacerlo y además aporta algo al mundo, y dedicarnos a ello; como efecto secundario, surgiría la felicidad, ¿no crees?

Origen del Ikigai

La filosofía Ikigai procede de Japón, y más exactamente de un pueblo al norte del país llamado Okinawa, lugar donde se concentra el mayor número de personas con más de 100 años del mundo.

Fue allí donde dos españoles, el ingeniero Héctor García y el periodista Francesc Miralles viajaron para descubrir qué les hacía tan longevos a sus habitantes y que posteriormente dio lugar a su famoso libro “Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz”

Pues bien, entre las cosas que observaron fue que todas esas personas tenían una razón, una motivación vital que las hacía levantarse de la cama todas las mañanas y estar activas durante todo el día.

Y no solo eso, algo muy importante que descubrieron era la importancia que se le daba a la vida en comunidad, es decir, todos se relacionaban de alguna u otra manera, fomentando la unión y el compromiso con el grupo.

Pues bien, antes de continuar con el tema del Ikigai, te invitamos a que veas un documental realizado por Héctor García, uno de los dos autores de los que te acabamos de hablar:

«Ikigai», base de la filosofía de vida japonesa

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Cómo encontrar el Ikigai

Tal y como puedes ver en la imagen de abajo, el Ikigai sería ese punto donde confluyen aquello que nos apasiona hacer, nuestra profesión por la que nos pagan, la vocación con la que hemos crecido y la misión que hemos venido a cumplir.

Para ayudarte a encontrar estos elementos, te invitamos a que respondas estas cuatro preguntas:

• ¿Qué es eso en lo que soy bueno y se me da bien hacer?
• ¿Qué amo hacer?
• ¿Qué es lo que el mundo necesita y yo puedo aportar?
• ¿Qué es aquello por lo que me pueden pagar?

Es probable que responder a estas cuestiones te pueda parecer un poco complicado. Ten en cuenta que no estamos acostumbrados a que nos hagan estas preguntas y que nos las hagan así, de sopetón, pues nos pueden dejar con más incertidumbres que certezas. Para echarte una mano, te dejamos algunas indicaciones que te van a ayudar a aclararte:

• El Ikigai no es algo misterioso ni oculto en las profundidades de tu Yo interior. Puede ser algo muy obvio que tengas incluso delante de ti y que no consigas ver.
• Analiza y/o recuerda por qué haces las cosas que haces. Es decir, encuentra el motivo por el que sigues en un trabajo que no te llena.
• Ten paciencia y tómate el tiempo que necesites para tomar las mejores decisiones. Echarte como novio al primero que pase no suele ser muy acertado.
• Tu Ikigai no es estático, es decir, aquello que era importante cuando tenías trece años no suele ser lo mismo que a los cuarenta, ¿verdad?

Las leyes del Ikigai

Pues bien, una vez que ya has encontrado tu Ikigai, hay que mantenerlo, y para ello existen unas leyes que te ayudarán a conseguirlo. Te las dejamos a continuación:

• Estate siempre activo disfrutando de la vitalidad que da el desarrollar tu Ikigai.
• Toma una actitud serena, las prisas no son buenas.
• Come hasta que hayas saciado un 80% de tu hambre.
• Júntate con buenos amigos que te hagan disfrutar en compañía.
• Realiza el ejercicio necesario para mantenerte en forma.
• Sonríe, no solo te sentirás mejor sino que harás que los otros también lo consigan.
• Vive y conecta con la naturaleza, pues somos parte de ella.
• Se agradecido por todo lo que eres y tienes.
• Vive el aquí y el ahora, el momento presente.
• No olvides de seguir desarrollando tu Ikigai, en definitiva es lo que da el sentido a tu vida.

Para que puedas ir profundizando en estas leyes, te dejamos este vídeo con el que podrás conocerlas más a fondo:

El método Ikigai

Antes de acabar nos gustaría hablarte de un método desarrollado en el libro “El método Ikigai” por los dos autores de los que te hemos hablado antes para ayudarte a encontrar o potenciar tu Ikigai. Algunos consejos son:

• Proponte metas difíciles pero posibles que te permitan poner todo de ti pero sin caer en el abatimiento.
• Con paciencia y perseverancia se consiguen los objetivos que nos marquemos.
• Encuentra un maestro que te ayude a aprender aquello en lo que quieras ser un experto.
• Descubre a alguien que ya haga lo que tú quieres hacer, imítale y supérale con tu talento.
• Si no tienes claro lo que  quieres, no dejes de probar; eliminando lo que no te gusta te acercará aquello que te apasione.
• Sal de tu zona de confort haciendo cosas diferentes que nunca has hecho.
• Tómate tiempo para estar contigo mismo, dejando a un lado la tecnología.
• Estate abierto a las casualidades que surgen cuando estamos activos.