Cómo ser matrona. Requisitos, sueldo y cursos

Uno de los trabajos del ámbito sanitario que más ternura despiertan es el que desempeñan las matronas. Esto se debe, en gran medida, a que la matrona tiene como uno de sus principales cometidos la atención de las mujeres parturientas a lo largo de toda su gestación y, especialmente, cuando llega el momento del parto. El trabajo de la matrona ha estado presente desde hace años y desde ese tiempo ha tenido una gran importancia. Es tarea de la matrona acompañar a la mujer a lo largo de una buena parte de su vida sirviéndole de apoyo y asesoramiento en muchos momentos. A lo largo de este artículo vamos a fijar nuestra atención en este perfil profesional que encarnan las matronas para conocer todos los detalles de este colectivo (Post relacionado «Cómo ser cirujano. Requisitos, sueldo y cursos»).

Qué hace una matrona

El papel que desempeña la matrona tiene su razón de ser en la existencia de la mujer y viceversa, puesto que la mujer encuentra un apoyo muy importante en la figura de la matrona. Es función de este perfil profesional prestar apoyo al sexo femenino a lo largo de prácticamente toda su vida. Cuestiones que tienen una importancia capital a lo largo de la existencia de la mujer como puede ser su comportamiento en el terreno sexual, el embarazo y otras situaciones derivadas del mismo como el parto, el posparto y la lactancia; la menopausia y la anticoncepción son temas que una mujer puede abordar desde un prisma profesional con su matrona. Sin embargo, el momento en el que el perfil de estas profesionales adquiere una mayor relevancia es en el transcurso del embarazo de una mujer, por eso, en este artículo nos vamos a detener especialmente en este apartado.

Como hemos señalado, la matrona tiene capacidad para prestar un asesoramiento a la mujer en cualquier cuestión que esté relacionada con su condición de feminidad. Dentro del nacimiento de un bebé, la actividad de la matrona es de gran importancia durante el primer mes de vida del pequeño, periodo que se conoce dentro del ámbito sanitario como etapa perinatal. Durante el embarazo, y a grandes rasgos, podemos sentenciar que la función de la matrona obedece a una doble vertiente de asistencia y acompañamiento. Durante su etapa de formación, las matronas se especializan en la atención integral de todo aquello que esté relacionado con la mujer y eso incluye conocimientos sobre tratamientos médicos, actividades de prevención y promoción de la salud que tienen un gran interés en la etapa de gestación.

En la toma de contacto que la futura mamá tomará de primeras con la matrona será función de esta última planificar y dar a conocer a su paciente las diferentes etapas que estarán presentes a lo largo del embarazo. Una vez realizada esta planificación, la matrona acostumbra a poner en antecedentes a la madre sobre posibles conductas en las que pueda estar incurriendo y que supongan un riesgo para el correcto desarrollo del feto durante el periodo de gestación. La matrona, por ejemplo, advertirá la conveniencia de que la mujer deje de fumar, consumir alcohol o llevar a cabo actividades extremas, ya sea pertenecientes al ámbito deportivo o a cualquier otro. También aconsejará la idoneidad de consumir productos como son el yodo y el ácido fólico y avisará a la madre los riesgos del uso de algunas sustancias tóxicas con las que se puede tratar en algunos trabajos. De igual manera, será cometido de la matrona analizar si en la historia familiar de su paciente puede existir algún rasgo digno de atención porque pueda transmitirse a su futuro hijo o hija.

Una vez sucedido el parto, el papel que desempeña la matrona no se diluye sino al contrario sigue bien presente. En esta etapa será su función supervisar el correcto desarrollo del bebé y la recuperación de su madre. Durante el parto, tendrá como obligación supervisar el estado del recién nacido y comprobar que no exista ningún tipo de anomalía que pueda revertir problemas futuros. Además, cuando la madre ya tenga el alta hospitalaria, la matrona deberá establecer un calendario de consultas y citas con el objetivo de supervisar los primeros meses después del parto de la madre y su hijo. En estos encuentros es habitual que la matrona resuelva dudas que pueda tener la mujer. Por otra parte, la matrona también se encargará del estado que puedan presentar los puntos de sutura en la barriga de la madre, en caso de que el parto se haya resuelto mediante cesárea. En estos casos resulta vital evitar la aparición de infecciones.

De igual modo, cuando la madre opte por dar el pecho a su hijo, el papel de la matrona se orientará a brindar consejos a su paciente que tendrán como objetivo la correcta alimentación del pequeño. En los casos en los que los bebés se muestran reacios a ser amamantados, pueden resultar de mucha utilidad los consejos que preste la matrona para lograr que el recién nacido no encuentre inconvenientes a la hora de alimentarse desde el pecho de su madre, algo que resulta esencial para su correcto desarrollo a todos los niveles.

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Requisitos para ser matrona

Las personas interesadas en convertirse en matrona deben tener una clara vocación hacia el ámbito sanitario. Este posiblemente sea el requisito que más se deba tener en cuenta, pero no es el único. También tiene mucha importancia la apuesta por una formación de primera calidad. En este caso, se recomienda, durante la primera etapa escolar, si el estudiante ya tiene clara su intención de ser matrona, que curse asignaturas optativas relacionadas con ciencias de la salud. En el bachillerato, el itinerario más aconsejable es el de ciencias para, posteriormente, matricularse en la universidad en el grado de enfermería. Después, resulta aconsejable que los aspirantes estudien alguna especialidad, postgrado, máster o similar orientados a la obstetricia y ginecología.

Sueldo de una matrona

La retribución bruta mensual que tiene una matrona en España oscila entre los 1.500 y los 2.600 euros. Esto significa que el sueldo bruto anual se sitúe entre los 14.000 y los 22.000 euros. En cualquier caso, la nómina de una matrona puede verse sujeta a factores externos como la antigüedad, una cuestión que, especialmente en el ámbito público, puede reportar beneficios económicos muy jugosos al trabajador.

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