Qué es el sector terciario

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25 junio, 2017 - Jon Sainz

A lo largo de las últimas semanas hemos ido viendo cómo se distribuye la economía según la sectorización, habiendo tocado de lleno los sectores primario y secundario. Pues bien, para rematar esta trilogía vamos a ver cuál es el tercer y ultimo eslabón de la economía moderna: el sector terciario.

Ahora bien, antes de nada vamos a hacer un pequeño resumen a lo que hemos visto hasta ahora. Recordemos que el sector primario es aquel que concentra las actividades extractivas, agrarias y pesqueras, siendo aquí donde se encuadran actividades tales como la pesca, la minería, la agricultura, el pastoreo, la ganadería intensiva o mismamente la horticultura. Este modelo económico representa gran parte de la producción en países subdesarrollados (especialmente África).

Por otra parte nos encontramos con el sector secundario, que no es otra cosa que aquellas actividades económicas que transforman los productos obtenidos a través del sector primario. Vamos, que aquí está la industria. Por ejemplo estaríamos hablando de sector secundario si tratáramos con empresas petroquímicas, alimentarias industriales, automovilísticas, etc. Este modelo de producción económica es la base de todo país industrializado y económicamente desarrollado (salvando microestados). De hecho es el origen de las cifras de exportación de los grandes países. Su máximo exponente es China.

Y finalmente lo importante del post de hoy: ¿qué es el sector terciario? Bueno, sabed que no es otra cosa que el sector económico que basa su actividad en la prestación de servicios. Y que conste que aquí el abanico de posibilidades es enorme, pues podemos estar hablando de actividades simples, como puede ser el turismo, o de actividades complejas, como lo son las finanzas. De hecho hay países que basan su economía de manera descarada en el sector terciario aprovechando sus propias características.

Un ejemplo claro es Andorra, que al no disponer de terreno cultivable y de industria ha decidido apostar por el comercio, la banca y el turismo. También le pasa algo parecido a las Islas Seychelle, a la Isla de Man y a algunas capitales europeas, que no son mayor cosa que fuertes paraísos fiscales (estados o regiones donde la carga impositiva a las empresas es nula o muy baja). Y bueno, qué decir del Vaticano, donde el 100% de su economía está basada en el sector terciario (tampoco me imagino una fábrica de asfalto en los jardines vaticanos, la verdad).

En España tenemos algunas de las empresas más grandes del mundo del sector terciario: Santander, BBVA, Mapfre, Mercadona, Inditex, Telefónica, etc.

Beneficios del sector terciario para la economía de un país

El hecho de que la economía de un país se ancle en el sector terciario tiene bastantes ventajas. Por ejemplo está ahí el tema medioambiental, pues este tipo de actividades no emiten gases nocivos al aire o vertidos a la tierra o a los ríos. También está el asunto de que los trabajadores de este tipo de economías requieren de una mayor especialización, por lo que la formación y el conocimiento del pueblo aumenta; haciendo a su vez que los índices de democracia crezcan (cuanto más formado está el pueblo menos autoritarismo soporta).

Teniendo en cuenta la flexibilidad que presenta actualmente el mercado a raíz de la globalización también se hace necesario que las empresas de nuestros días puedan competir allende sus fronteras con un margen de reacción rápido; y el hecho de no tener que depender de grandes infraestructuras (salvando puertos y aeropuertos), gastos de inmovilizado exorbitantes y de tierras o de la climatología lo permite.

Finalmente me gustaría destacar cómo las actividades encuadradas dentro del sector terciario tienden a tener un crecimiento exponencial, por lo que hacen que la economía nacional sea más dinámica y esté más fortificada a los vaivenes del mercado. En definitiva es a donde todos los estados actuales se dirigen; aunque eso sí, a diferentes velocidades.